- Los hijos de Húrin
- El Hobbit
- El Señor de los anillos
- El Silmarillion
- Cuentos inconclusos
- Las Aventuras de Tom Bombadil
- Egidio el granjero de Ham
- El Herrero de Wootton Mayor
- Árbol y hoja
- Hoja de Niggle
- El Señor Bliss
- Poemas
- El Libro de los Cuentos Perdidos I (Historia de la Tierra Media, Tomo 1)
- El Libro de los Cuentos Perdidos II (Historia de la Tierra Media, Tomo 2)
- Las Baladas de Beleriand (Historia de la Tierra Media, Tomo 3)
- La Formación de la Tierra Media (Historia de la Tierra Media, Tomo 4)
- El Camino Perdido (Historia de la Tierra Media, Tomo 5)
- El Retorno de la Sombra (Historia de la Tierra Media, Tomo 6)
- El anillo de Morgoth (Historia de la Tierra Media, Tomo 7)
- La Guerra del Anillo (Historia de la Tierra Media, Tomo 8)
- El Fin de la Tercera Edad (Historia de la Tierra Media, Tomo 9)
- Cartas a Papa Noel
- Cartas
- El mapa de la Tierra Media
- Los pueblos de la Tierra Media
miércoles, 22 de abril de 2009
libros creados por tolkien
creador del señor de los anillo j.r.r, tolkien



John Ronald Reuel Tolkien (dʒɒn ˈɹʷɒnld ˈɹʷuːəl ˈtʰɒlkiːn) (n. 3 de enero de 1892, Bloemfontein, Sudáfrica - † 2 de septiembre de 1973, Bournemouth, Reino Unido), CBE, más conocido en sus obras como J. R. R. Tolkien, fue un escritor británico, poeta, filólogo y profesor universitario, conocido por ser el autor de las obras clásicas de la alta fantasía El hobbit y El Señor de los Anillos.
De 1925 a 1945, Tolkien fue profesor de anglosajón en Rawlinson y Bosworth en la Universidad de Oxford y, de 1945 a 1959, profesor de lenguaje y literatura inglesa en Merton. Era amigo cercano del también escritor C. S. Lewis y ambos eran miembros de un informal grupo de debate literario conocido como los Inklings. Tolkien fue nombrado Comandante de la Orden del Imperio Británico por la reina Isabel II el 28 de marzo de 1972.
Después de su muerte, el tercer hijo de Tolkien, Christopher, publicó una serie de obras basadas en las amplias notas y manuscritos inéditos de su padre, entre ellos El Silmarillion y Los hijos de Húrin. Estos, junto con El hobbit y El Señor de los Anillos, forman un cuerpo conectado de cuentos, poemas, historias de ficción, idiomas inventados, y ensayos literarios sobre un mundo imaginado llamado Arda, y más extensamente sobre el continente conocido como la Tierra Media. Entre 1951 y 1955, Tolkien aplicó la palabra legendarium a la mayor parte de estos escritos.[1] [2] [3] [4]
Si bien escritores como William Morris, Robert E. Howard y E. R. Eddison precedieron a Tolkien en el género literario de fantasía con obras tan famosas e influyentes como Conan el bárbaro, el gran éxito de El hobbit y El Señor de los Anillos cuando se publicaron en Estados Unidos condujo directamente al resurgimiento popular del género. Esto ha causado que Tolkien sea identificado popularmente como el "padre" de la literatura moderna de fantasía,[5] o más concretamente, de alta fantasía.[6] Los trabajos de Tolkien han inspirado muchas otras obras de fantasía y han tenido un efecto duradero en todo el campo. En 2008, el periódico The Times le clasificó sexto en una lista de "Los 50 escritores británicos más grandes desde 1945".[7PERSONAJES
- ARAGORN: Aragorn es el heredero de Isildur que cortó el Anillo de la mano de Sauron, lo que fue su perdición pues el anillo le traicionó saliéndose de su dedo
en una emboscada de los orcos
Aragorn es el capitán de los Dúnedain del Norte, descendiente de los míticos hombres de Osternesse, los Númenóreanos conocidos en la Tierra Media como los Montaraces. El mismo Aragorn suele ocultar su condición de Rey de Arnor y Gondor bajo la apariencia de un rudo montaraz llamado Trancos. Durante años se formó como guerrero, sabio y rey con Elrond en Rivendell, después combatió a Sauron con distintos ejércitos tomando numerosas personalidades.
Cuando comenzó la aventura del Anillo, y tras forjar de nuevo la espada Narsil que perteneció a Isildur, Aragorn guió a la compañía junto con Gandalf, y tras la separación
se puso al frente de sus hombres e hizo cumplir a los muertos de Erech su juramento. Luego llevó a los ejércitos del Oeste a la victoria en los llanos de Gondor y tras curar a los heridos por el Hálito Negro causado por los Nazgûl, condujo, junto con los otros Capitanes, al gran ejército del Oeste ante las puertas del Morannon para dar tiempo a frodo y a Sam para concluir su misión.
Tras la destrucción del Anillo Aragorn se proclamó Rey Piedra de Elfo, Elessar de la estirpe de Valandil hijo de Isildur, hijo de Elendil de Númeror, Señor de Arnor y Gondor y plantó un retoño del
Arbol Blanco Nimloth, que descendía de Telperion el más viejo de los árboles. Se casó después con Arwen Estrella de la Tarde, la hija de Elrond, y reinó con sabiduría durante ciento veinte años.
- BARBOL: Nadie sabe muy bien de dónde salieron los Ents, y poco se cuenta de ellos en las historias de los Elfos, pero si que se sabe que son viejos, muy viejos, y Bárbol es el más viejo de todos
ellos. Bárbol es el decano y el jefe de los Pastores de Árboles, los Ents, es Fangorn mismo, y el más viejo de todos los seres vivientes.
En El Señor de los Anillos Bárbol recogió a Merry y Pippin cuando huían de los orcos en su Casa del Manantial y, tras conocer las noticias que le trajeron los Hobbits, y tras decidir de qué lado estaba, convocó una asamblea éntica en la que decidieron atacar Isengard. Cantando llegaron a la torre y sin apresurarse demasiado, como lo hacen todo los Ents, acabaron con los muros, con los orcos y con el resto de criaturas malvadas que tras ellos se escondían, aunque no pudieron con la lisa y dura piedra de Orthanc. Así que inundaron el valle que lo circundaba y retuvieron allí a Saruman, como les dijo Gandalf.
Bárbol consiguió que Saruman le diera las llaves de la torre y le dejó marchar. Después llegaron Gandalf, los Hobbits, Aragorn, y el resto de grandes personajes, y Bárbol recibió del Rey las tierras de Isengard con la condición de que los Ents cuidaran de la torre. Por último se despidió de todos, haciéndoles prometer a Merry y Pippin que le mandaran un mensaje si sabían algo de las ent-mujeres, dándoles un poco más del mágico brebaje de los Ents, que les hizo crecer tanto que llegaron a ser los Hobbits más altos de toda la Tierra Media.
- BILBO: Bilbo Bolsón fue el protagonista de El Hobbit. En esta aventura, junto con Gandalf y con el grupo de trece enanos de Thorin Escudo de Roble, Bilbo encontró el Anillo Único sin saberlo. Bilbo se unió al grupo como buscador de tesoros profesional (otros lo llamarían ladrón) en la búsqueda del Tesoro de Smaug que conllevó el viaje de Thorin para reclamar su Reino Bajo las Montañas. Tras muchas aventuras se encontró perdido en los túneles de los goblins, y encontró un anillo que le volvía invisible cuando se lo ponía. Cuando Smeagol o Gollum, el supuesto dueño del Anillo llegó, se enfrentaron en una guerra de acertijos al modo hobbit que ganó Bilbo salvando la vida y quedándose con el anillo (aunque a Gollum no le pareció un combate justo pues Bilbo le preguntó qué era lo que llevaba en su bolsillo).
Volvió a la Comarca como un hombre rico y durante años vivió
tranquilo junto con su sobrino Frodo, aunque siempre con las visitas de algún enano, o elfo, o de Gandalf. Fue en su centésimo decimoprimer cumpleaños cuando se fue a vivir a Rivendell con Elrond y la demás gente que allí habita, dejando el Anillo a Frodo por consejo de Gandalf, que ya sospechaba la naturaleza del objeto.
En Rivendell acabó de escribir sus memorias y cuando Frodo partió a destruir el Anillo, Bilbo le dio su espada, Dardo, y la cota de mithril que consiguió en sus aventuras pasadas para que le ayudaran como a él. A la vuelta de Frodo, ya al final de la Tercera Edad, partió con los Elfos y demás personajes singulares hacia las Tierras Imperecederas, a la edad de ciento treinta y un años superando al Viejo Tuk, convirtiéndose así en el hobbit más viejo de la historia.
- BOROMIR: Boromir era hijo de Denethor, Señor de Minas Tirith, y acudió a Rivendell, la casa de Elrond, guiado por un sueño y por el deseo de acabar con Sauron y sus huestes, que cada vez amenazaban más sus tierras. Participó en el Concilio para obtener respuestas, y a pesar del recelo inicial, especialmente con Aragorn, acabó uniéndose a la Compañía de Los Nueve, que debía llevar el Anillo a Mordor para destruirlo.
Sin embargo Boromir nunca pensó que deshacerse de algo tan poderoso fuera una buena idea, y era de la opinión de que lo que debían hacer era llevarlo a Minas Tirith y allí aprovechar su poder para combatir a Sauron. Lo que Boromir no comprendió es que el Anillo era propiedad de Sauron, pues él lo creó, y tornaba en mal todo aquello que se hacía mediante su poder, aún cuando fuera con las mejores intenciones.
No obstante Boromir fue un miembro muy valioso en la Compañía. Luchó bravamente contra los lobos y en Moria, donde cayó Gandalf, y gracias a él salieron de las nieves de Caradhras. Pero el deseo de poseer el Anillo, que el mismo objeto magnificaba y retorcía, hizo que se le ennegreciera el corazón y se le nublara la cordura.
Ya en Lotholórien Galadriel se dio cuenta de sus deseos y por ello Boromir desconfió de la Dama, a pesar de las palabras tranquilizadoras de Aragorn. Fue en los prados de Parth Galen, a los pies del Amon Hen, donde tuvieron que decidir si seguían hacia el Sur o cruzaban el río Anduin. Y mientras lo hacían, Frodo se apartó de los demás para reflexionar sobre el camino a seguir y Boromir le siguió con la intención de hacerle cambiar de opinión sobre la destrucción del Anillo. Al no conseguirlo trató de arrebatárselo por la fuerza, influido por el poder maligno del Objeto, pero Frodo escapó poniéndose el Anillo. Boromir, arrepentido, buscó a Frodo y volvió con los demás. Pero mientras buscaban atacaron los orcos, y allí cayó Boromir, defendiendo a Merry y a Pippin de los orcos, atravesado por muchas flechas, su cuerno roto, y a sus pies los cuerpos de muchos enemigos con los que acabó antes de morir.
ELROND: Elrond el medio-elfo es, sin lugar a dudas, uno de los personajes más notables de toda la Tierra Media. Es uno de los más Grandes Señores de los Elfos, hijo de Eärendil el Elfo Noldor y de Elwing la humana, y eligió pertenecer a los Primeros Nacidos. Su nombre significa "Bóveda de las Estrellas", y fue el custodio de Vilya, el Anillo del Aire, que recibió de Gil-Galad y mantuvo oculto en la última morada al este del mar, Rivendell o Imladris en Quenya.
Está emparentado con Melian la Maia, con Luthien y Beren, con Thingol, y con Galadriel al casarse con Celebrian, y por su linaje mortal está emparentado con la Casa de Bëor el Viejo, y con Aragorn por descender éste de los reyes de Númenor, de los cuales el primero fue Elros, hermano de Elrond que decidió contarse entre los Mortales.
Durante la última guerra con Sauron fue en su casa donde se creó la Compañía del Anillo,
y se decidieron los asuntos más importantes que condicionaron la historia de la Tierra Media. Además fue el anfitrión de todos los seres que luchaban contra Sauron como Aragorn, quien creció y se educó en Rivendell, Bilbo, que pasó sus últimos años allí, y por supuesto Gandalf quien pasaba sus pocos días de reposo en el valle de Imladris. Sus hijos también se convirtieron en personajes importantes, destacando Arwen Estrella de la Tarde que se casó con Aragorn y reinó sobre los Elfos y los hombres, y que eligió como su tío Elros, hermano de Elrond, el destino de los Hombres Mortales.
Al término de la Tercera Edad Elrond partió junto con los demás hacia las Tierras Imperecederas
FRODO: Frodo Bolsón era un Hobbit excepcional, aunque fuera sólo por ser el heredero de Bilbo, su tio, que fue el que encontró de nuevo el Anillo Único. Cuando éste se marchó Frodo se quedó con Bolsón Cerrado y con un anillo que Bilbo le dio.
Desde ese momento Frodo se convirtió en el ser más importante de toda la Tierra Media. Gandalf le habló del Anillo y tras el Consejo de Elrond en Rivendell se comprometió a llevar el Anillo del poder hasta la montaña Orodruin en Mordor, y allí echarlo al fuego donde fue forjado para destruirlo, y con él acabar con el poder de Sauron. Junto con sus compañeros recorrió la Tierra Media hasta su destino enfrentándose a las fuerzas de Sauron. Al final, ya sólo con su sirviente y amigo Sam, y con Gollum, el antiguo
dueño del Anillo, llegarón a las Grietas del Destino y destruyerón el Anillo a pesar del poder maligno que éste ejercía sobre Frodo, gracias a la ambición de Gollum que le hizo caer al fuego con el Anillo tras arrancárselo a Frodo, junto con su dedo. Cuando acabaron su trabajo Sam y Frodo se sentaron a esperar el fin pero las grandes Aguilas les salvaron de la muerte y les llevaron con sus amigos a salvo.
Con la destrucción del Anillo acabó la Tercera Edad de Arda y Frodo, junto con el resto de seres que ya no pertenecían a la nueva Edad, partió desde los Puertos Grises hacia las Tierras Imperecederas.
GALADRIEL: Hija de Finarfin y hermana de Finrod Felagund, fue una de los que lideraron la rebelión de los elfos Noldorin contra los Valar. Se casó con Celeborn de Doriath y permaneció en la Tierra Media custodiando el Anillo del Agua, Nenya, el Anillo de Diamante, en el bosque de Lórien (o Lothlórien). Gracias al Anillo el bosque permaneció protegido de orcos y otras criaturas malignas y en permanente primavera.
A pesar de ser la Reina de los Elfos del Bosque en la Tierra Media, y esposa de Celeborn de Doriath, Galadriel era una elfo Noldor, y recordaba los días anteriores al Viaje cuya historia se cuenta en el Simarillion. Galadriel tenía los cabellos de oro, y estaba considerada como la más bella de los elfos en toda la Tierra Media. Pero su belleza y su amabilidad esconden un enorme poder, en especial en lo que se refiere a los poderes de las plantas y la Naturaleza.
En El Señor de los Anillos Galadriel recibió a la Compañía de los Nueve en Lórien,
tras la caída de Gandalf en la huida de Moria. Allí descansaron durante un tiempo, y la Dama mostró su espejo de agua a Sam y a Frodo. En él Sam vio problemas en La Comarca y Frodo se encontró con El Ojo de Sauron. Frodo trató de cederle el Anillo a Galadriel, que se sintió tentada a cogerlo, pero lo rechazó porque sabía que el poder del Anillo era de naturaleza malvada y lo que se conseguía con él se tornaba en maldad. Así que se resignó a seguir siendo Galadriel, y despidió a la Compañía regalándoles unas capas élficas que hacían casi invisibles a los que la llevaran, un broche, y lembas, pan del camino de los elfos, una especie de galleta que daba la energía suficiente para toda la jornada comiendo sólo una. Además a Aragorn le dio una vaina para Andúril y la Piedra Verde que tenía destinado a llevar como Rey Elessar Piedra de Elfo, a Boromir un cinturón de oro, a Merry y Pippin cinturones de plata, a Legolas un arco con cuerda de cabellos élficos, a Sam una caja con tierra de Lórien y una semilla de mallorn, el árbol que crecía solamente en su bosque, a Gimli tres de sus cabellos como el mismo pidió, y a Frodo le dio un frasco en el que estaba recogida la luz de la estrella de Eärendil, uno de los Simarils, que alumbraba aún en la oscuridad más absoluta. En el final de la Tercera Edad Galadriel y Celeborn partieron hacia las Tierras Imperecederas.
GANDALF: Gandalf el Gris era uno de los Istari, uno de los cinco Maiar entre los que estaba Saruman, que fueron enviados a la Tierra Media para combatir a Sauron y ayudar a los hombres, elfos y enanos que en ella vivían. Gandalf era su nombre entre los hombres, aunque su nombre
en su juventud en el Oeste era Olorin, y era Mithrandir para los elfos. Saruman el Blanco era el jefe del Concilio de los Magos por ser el más versado en los poderes de Sauron, a pesar de que Elrond y Galadriel pensaran que Gandalf era más adecuado para esta tarea por ser el más sabio. Gandalf casi nunca revelaba lo que pensaba, siempre hablaba lo justo, y muchas veces parecía estar de mal humor. A pesar de ello era muy querido y admirado por todos, y hasta aquellos que le temían
se maravillaban con sus fuegos de artificio, aunque en Rohan se le conociera como Cuervo de la Tempestad, por aparecer siempre en los peores momentos. Fue él quien sugirió a los enanos de Thorin Escudo de Roble que llevaran al hobbitBilbo Bolsón en su empresa para recuperar el tesoro del dragón Smaug en la Montaña Solitaria, en la que se encontró el Único. Al principio Gandalf no pensó en el anillo encontrado por Bilbo, influido por Saruman, pero tras investigar y recorrer muchas millas junto con Aragorn, éste encontró a Gollum, la criatura que guardó el Anillo tras robárselo a su amigo Déagol el día de su cumpleaños, y descubrió que el Anillo encontrado era el Único al leer lo que Sauron grabó en el en la lengua de Mordor:
" Ash nazg durbatulúk, ash nazg gimbatul,
ash nazg thrakatulûk agh burzum-ishi krimpatul."Lo que en lengua común significa:
"Un Anillo para gobernarlos a todos, un Anillo para encontrarlos,
un Anillo para atraerlos a todos y atarlos en las Tinieblas."Tras el Concilio de Elrond, Gandalf se convirtió en el guía de la Compañía de los Nueve, pero cayó en Moria luchando con un Balrog.
Aunque el mago no murió, cayó a un foso, derrotó al Balrog, recorrió caminos extraños y olvidados para volver, a lomos de Gwaihir el Señor de las Águilas, como Gandalf el Blanco, más poderoso y terrible. Después, montando a Sombragris el mejor de los caballos Mearas, fue reuniendo los ejércitos de todas las tierras para combatir a Sauron y desviar su vista del verdadero objetivo que era la destrucción del Anillo. Así animó al Rey Theoden para unirse a la lucha, venció a Saruman el Multicolor en Orthanc, se enfrentó al Señor de los Nazgûl en la puerta de Minas Tirith, y encabezó a los Capitanes del Oeste en la Batalla Final. Al término de la Tercera Edad se fue con los demás en los barcos, tras revelar que él era el custodio de Narya, el Anillo Rojo de Fuego, que le entregó hacía mucho tiempo Círdan el Carpintero de Barcos.GIMLI: Gimli el enano era hijo de Glóin, uno de los enanos que acompañó a Bilbo Bolsón en su aventura en la Montaña Solitaria.
Acompañó a su padre de Erebor a Rivendell para comunicar a Elrond y Gandalf que Sauron buscaba a Bilbo y al Anillo que éste le cogió a Gollum en su viaje. Una vez puestos al corriente de la naturaleza del Anillo Único se decidió que el destino del maléfico objeto debía ser el Fuego del Monte Orodruin, en Mordor, donde fue creado, y Gimli iría en la Compañía de los Nueve que tenía como objetivo la destrucción del Anillo, en representación del pueblo de los enanos.
Gimli y los demás llegaron a Moria tras su aventura en la montaña Caradhras,
y allí pudo comprobar como se había malogrado el trabajo de sus antepasados en Khazad-Dûm, encontrando el cuerpo de Balin, otro de los compañeros de Bilbo, que había ido a Moria tiempo atrás a reclamar lo que en otro tiempo fue de los enanos y que ahora dominaba El Daño de Durin, el Balrog. Tras esta tristeza, Gimli quedó maravillado de la belleza de Galadriel en Lórien, y se encomendó a ella para el resto de su vida Enseguida Gimli se hizo amigo inseparable de Legolas el elfo y, junto con Aragorn, partieron en busca de Merry y Pippin cuando se los llevaron los orcos, tras la caída de Boromir. Después de encontrarlos con Bárbol y de reencontrarse con Gandalf, partieron hacia Rohan, en donde su hacha acabó con muchos orcos al grito de Baruk Khazâd! Khazâd ai mênu!, salvando a Eomer de la Marca en la batalla de Cuernavilla.
También mostró su valor en la batalla de los Campos del Pelennor en Gondor y en la Batalla Final en la Puerta Negra de Mordor.
Tras la guerra, Gimli se convirtió en Señor de las Cavernas Centelleantes, las cavernas que se encontraban bajo el Abismo de Helm. Siguió siendo Señor de las Cavernas Centelleantes hasta la muerte de Aragorn en el 120 de la Cuarta Edad, cuando, junto con su amigo Legolas, zarpó en una nave élfica en dirección hacia las Tierras Imperecederas.SMEAGOL O GOLLUM:
Mucho tiempo atrás dos hobbits pescaban en el Río Grande y uno de ellos, llamado Déagol, encontró un anillo. El otro, Sméagol, era un hobbit preguntón y curioso que se interesaba por las raíces y orígenes subterráneos, se zambullía en lagos profundos y cavaba y abría túneles en los montículos verdes. Era el cumpleaños de Sméagol y éste le pidió a Déagol que le diera el Anillo, pero Déagol ya la había dado un regalo y le dijo que lo quería para él, así que Sméagol lo
estranguló y se quedó la joya. El Anillo le hacía invisible cuando se lo ponía, así que Sméagol lo usó para sus maliciosos fines, hasta que empezó a ser impopular entre los demás hobbits, pues se dedicaba a robar y a andar de aquí para allá murmurando entre dientes y gorgoteando y por eso lo llamaron Gollum. Finalmente lo expulsaron de la familia, y bajo el efecto del Anillo recorrió la Tierra Media huyendo de la luz del Sol, para acabar en una caverna escondido del resto del mundo.
Fue en aquella caverna donde se encontró con Bilbo Bolsón. Por aquel entonces, por culpa del Anillo, se había convertido en una criatura miserable, con las patas palmeadas, el cuerpo delgado pero fuerte, unos miembros largos y huesudos con los que sacaba pescados que se comía crudos, unos ojos verdosos y brillantes adaptados a la obscuridad, y un pelo ralo que en nada recordaba al joven hobbit que fue algún día. Gollum ya sólo hablaba con el Anillo llamándolo Mi precioso con voz silbante, y refiriéndose a sí mismo en tercera persona.
Bilbo le robó el Anillo tras la lucha de adivinanzas, y Gollum venció su miedo por el deseo de recuperar su regalo de cumpleaños, y salió de la cueva. Gandalf y Aragorn lo encontraron pero se les escapó, aunque su captura sirvió para que el mago conociera la naturaleza del Anillo y su destino. Tras el consejo de Elrond Gollum siguió al Anillo, y después de la separación de la Compañía, alcanzó a Sam y a Frodo y tras una pelea se ofreció a guiar a los hobbits a Mordor. Durante el viaje Gollum discutió a menudo con Sam que no
entendía porqué Bilbo y Gandalf no lo mataron cuando tuvieron ocasión, pero con Frodo pareció llevarse mejor por ser éste el portador del Anillo que aún seguía ejerciendo influencia sobre él, y le prometió fidelidad. Después de atravesar las Ciénagas de los Muertos, llegaron a la puerta de Mordor como les prometió Gollum, el Morannon, y ante la imposibilidad de atravesarla, Gollum sugirió tomar el camino de Cirith Ungol, donde les traicionó llevándoles hasta Ella-Laraña. Cuando escaparon Sam y Frodo Gollum los siguió hasta la Montaña del Destino en la meseta de Orodruin y allí atacó a Frodo para quitarle el Anillo, tras ver su titubeo a la hora de tirar la Joya al fuego. Lucharon y Gollum recuperó el Anillo pero en su alegría dio un paso de más y cayó al fuego junto con su Tesoro, y el dedo de Frodo.LEGOLAS: Legolas, "hoja verde" en lengua Sindarin, era el hijo de Thranduil el Rey del Bosque Negro, en el norte de la Tierra Media. Su vista es más aguda que la de la mayoría de
los elfos, que ya de por sí tienen una vista excelente, y su arco es mortífero para los orcos y para el resto de sus enemigos. En el Concilio de Elrond Legolas se unió a la Compañía del Anillo en representación del pueblo de los elfos, y enseguida se hizo amigo de Gimli el enano. Su arco acabó con una las monturas aladas de los Nazgûl y, tras la disolución de la Compañía después del ataque de los orcos
y la caída de Boromir, Legolas junto con Gimli y Aragorn corrió tras los sirvientes de Saruman para salvar a Merry y Pippin. Aragorn, Gimli y Legolas se reencontraron con Gandalf, y juntos combatieron en la Batalla de Cuernavilla, en la que Legolas acabó con cuarenta y un orco, luego, ya sin el mago, cruzaron junto con los Dúnedain los Campos de los Muertos en donde Aragorn hizo cumplir la promesa de sus antepasados a los Difuntos y tras capturar
los barcos de los corsarios, ganaron la Batalla en los campos del Pelennor. Tras la Batalla final y la caída de Sauron Legolas visitó junto con Gimli Fangorn y las cavernas Centelleantes de El Abismo de Helm como le había prometido a su amigo el enano. Legolas fundó una colonia de elfos en Ithilien y al final de la Tercera Edad partió con los demás hacia las Tierras Imperecederas.
MERRY: Meriadoc Brandigamo, más conocido como Merry, hijo de Saradoc Brandigamo, Señor de Los Gamos se unió secretamente, junto con su amigo Pippin, a Frodo y a Sam en su viaje a Rivendell. Allí tras el Concilio de Elrond se decidió que se unieran a la Compañía del Anillo y se embarcaron en una aventura que todos pensaban que les venía grande a dos simples hobbits.
Cuando llegó la disolución de
la Compañía, tras la caída de Boromir, Merry y Pippin fueron tomados como rehenes por los orcos de Saruman, pero escaparon y fueron recogidos por Bárbol el Ent de Fangorn. Tras el reencuentro con Gandalf ayudaron a convencer a Bárbol para que tomara partido en la lucha contra Saruman, y participaron en la conquista de la torre de Orthanc. Allí se reunieron de nuevo con Aragorn, Gimli y Legolas y tras separase de Pippin se puso al servicio del rey Theoden de Rohan. Merry entonces siguió a los soldados de Rohan en secreto y junto con la doncella Eowyn mataron a uno de los Nazûl y a su montura alada en la Batalla de los Campos de Pelennor, lo que casi le cuesta la vida por el Hálito Negro de los Nazgûl. Pero aunque Aragorn le curó, tuvo que quedarse en Minas Tirith en la Batalla Final por no encontrarse aún totalmente recuperado.
A su regreso a la Comarca luchó en la Batalla de Delagua y se convirtió en un héroe entre los hobbits. Junto con Pippin llegó a ser el hobbit más alto de la historia, debido al brebaje que les dio Bárbol en Fangorn. Sucedió a su padre como Señor de Los Gamos, y tras la partida en los barcos pasó sus últimos años con Pippin en Rohan y Gondor, donde fue enterrado con todos los honores en la Sala de los Reyes.PIPPIN: Peregrin Tuk, más conocido como Pippin, hijo del Thain de la Comarca se unió secretamente, junto con su amigo Merry, a Frodo y a Sam en su viaje a Rivendell. Allí tras el Concilio de Elrond se decidió que se unieran a la Compañía del Anillo y se embarcaron en una aventura que todos pensaban que les venía grande a dos simples hobbits.
Cuando llegó la disolución de la
Compañía, tras la caída de Boromir, Merry y Pippin fueron tomados como rehenes por los orcos de Saruman, pero escaparon y fueron recogidos por Bárbol el Ent de Fangorn. Tras el reencuentro con Gandalf ayudaron a convencer a Bárbol para que tomara partido en la lucha contra Saruman, y participaron en la conquista de la torre de Orthanc. Allí se reunieron de nuevo con Aragorn, Gimli y Legolas y tras mirar el Palantir que les tiró Lengua de Serpiente, partió con Gandalf hacia Gondor. Allí se convirtió en Guardián de la Ciudadela y ayudó a salvarle la vida al hijo del Senescal, Faramir, cuando éste volvió loco. En la Batalla del Morannon representó al pueblo de los hobbits y acabó bajo una pila de cadáveres
tras matar a un gran Troll, y fue rescatado por Gimli el enano. A su regreso a la Comarca luchó en la Batalla de Delagua y se convirtió en un héroe entre los hobbits. Junto con Merry llegó a ser el hobbit más alto de la historia, debido al brebaje que les dio Bárbol en Fangorn. Sucedió a su padre en el cargo de Thain de la Comarca, y tras la partida en los barcos pasó sus últimos años con Merry en Rohan y Gondor, donde fue enterrado con todos los honores en la Sala de los Reyes.
SAM: Sam Gamyi era el jardinero de Frodo y vivía apaciblemente en Bolsón Cerrado hasta que su amo emprendió la misión de destruir el Anillo del Poder. Desde el principio Sam no se quiso separar de Frodo a
pesar de ser un hobbit sencillo al que lo que más le gusta es una buena comida junto con una buena historia. Una de las mayores ilusiones de Sam era la de ver a los Elfos y en su aventura tuvo oportunidad de cumplirla con creces. En el Concilio de Elrond se decidió que acompañara a Frodo, y eso fue lo que hizo hasta en el momento en el que atacaron los orcos y la Compañía del Anillo se disolvió. Quedaron entonces solos él y Frodo, aunque pronto se les unió Gollum, aun a costa de vencer los reparos que tenía Sam con aquella miserable criatura, con la que discutió en multitud de ocasiones por las continuas idas y venidas en secreto del que un día fue un hobbit como él.
Fue después de la traición de Gollum en Kirith Ungol cuando Sam tuvo que tomar la responsabilidad de la
misión y venció a Ella-Laraña, salvando después a Frodo de los orcos convirtiéndose por algún tiempo en el portador del Anillo. Tras todas estas aventuras llevó a hombros a Frodo hasta las Grietas del Destino para concluir su misión, y ser por último rescatado por las Aguilas.
Al final de la Tercera Edad Sam se quedó en la Tierra Media cuidando su jardín (que llegó a ser el mejor de toda la comarca gracias a la tierra y la semilla de mallorn que le dio la Dama Galadriel), casándose con Rosita Coto y llegando a ser un hobbit importante.
SARUMAN:Saruman el Blanco fue el primero de los Istari, los Magos que fueron enviados a la Tierra Media para combatir a Sauron. Era, junto con Gandalf el Gris, el más poderoso de su clase. En las Tierras Imperecederas era conocido como Curumo, uno de los espíritus Maiar de Aulë el Herrero.
Cuando apareció por vez primera en la Tierra Media, vestía ropajes blancos, tenía el pelo negro azabache y hablaba con una voz sabia y hermosa. Los elfos lo llamaron Curunir, que significa «el de hábiles recursos». Viajó por la Tierra Media buscando la forma de vencer al Señor Oscuro. Pero al cabo de un tiempo se volvió orgulloso y deseó ser él mismo poderoso, pues había estudiado demasiado las malas artes de Sauron y cayó bajo su influjo.
En el año 2759, Saruman entró en Isengard y en la torre de Orthanc, y reunió allí a orcos, Medio orcos, uruk-hai y dunlendinos bajo un estandarte negro con una mano blanca. Quedó atrapado en las conspiraciones del Señor de los Anillos y se convirtió en su siervo sin darse cuenta. Se autoproclamó Saruman el Multicolor y, tras traicionar a Radagast el Pardo, capturó a Gandalf en Orthanc, aunque éste logró escapar ayudado por Gwaihir el Señor de las Águilas.
Pero en la Guerra del Anillo el poder de Saruman fue aniquilado por la combinación de la Marcha de los Ents sobre Isengard y la actuación de los rohirrim en la Batalla de Cuernavilla. Por último, su bastón fue roto por Gandalf y éste le quitó sus poderes mágicos. Saruman cayó tan bajo que buscó una mezquina venganza en la Comarca. Allí, en una patética apuesta por hacerse con el poder, Saruman fue superado por los hobbits y recibió muerte de su propio servidor, Gríma Lengua de Serpiente.
SAURON: En un tiempo un espíritu Maia de Aulë el Herrero, Sauron, que significa «el aborrecido», se convirtió en el principal lugarteniente de Melkor. En las Edades de la Oscuridad, mientras Melkor gobernaba en Utumno, y en las Edades de las Estrellas, mientras Melkor estuvo encadenado por los Valar, Sauron gobernó el reino maligno de Angband. Durante las Guerras de Beleriand, Sauron sirvió a su amo, hasta que éste fue arrojado al Vacío, al final de la Primera Edad del Sol.
Sauron reapareció en la Tierra Media en el siglo quinto de la Segunda Edad como Annatar, «señor de los dones».
En 1500 sedujo a los Herreros elfos de Eregion para que forjaran los Anillos de Poder. Entonces se convirtió en Señor de los Anillos al forjar él el Anillo Único. En la Guerra de Sauron y los elfos, de 1693 a 1700, Sauron asoló Eregion y sólo la llegada de los númenóreanos le impidió aniquilar a los elfos. Durante los siguientes mil quinientos años Sauron fue haciendo crecer el poder de Mordor y puso bajo su dominio a los hombres del este y del sur. Por último, los númenóreanos llegaron para hacerle la guerra en 3262, y el poder de éstos era tal que Sauron se rindió. Incapaz de vencerlos militarmente, los corrompió y ello provocó la destrucción total de Númenor. Entonces la hermosa forma de Sauron fue destruida, pero su espíritu huyó a Mordor, y con el Anillo Único se convirtió en Señor Oscuro: un temible guerrero de armadura negra con la piel negra y quemada, de ojos iracundos. Pero incluso esta forma quedó destruida al final de la Segunda Edad, después de la guerra contra la Última Alianza de elfos y hombres, cuando Isildur, el antepasado de Aragorn, cortó el dedo en que llevaba el Anillo Único. Sin embargo, al no haber sido destruido éste, el espíritu de Sauron pudo resurgir nuevamente. En el año 1000 de la Tercera Edad se manifestó con la forma de un enorme ojo sin párpado. Era como el ojo de un gran felino, pero lleno de odio, aureolado de llamas y rodeado de oscuridad. Durante casi dos mil años, Sauron se escondió en el Bosque Negro y sólo se lo conoció como el Nigromante de Dol Guldur, mientras que enviaba a los Espectros del Anillo, orcos y reyes bárbaros contra los dúnedain y sus aliados. En 2941, Sauron regresó a Mordor y comenzó a reconstruir la Torre Oscura.
Desgraciadamente para él, en ese mismo año el Anillo Único pasó a ser posesión de un hobbit, Bilbo Bolsón. Y, todavía para su mayor desgracia, en el año 3018, meses antes de que declarara la Guerra del Anillo, Frodo Bolsón emprendió la Misión del Anillo, que terminó con la destrucción del Anillo Único en los fuegos del Monte del Destino. Sauron fue enviado a las sombras para siempre y nunca más resurgió su espíritu.
lunes, 30 de marzo de 2009
BESTIAS
- AGUILAS: Las águilas eran las más nobles de todas las criaturas aladas de Arda, porque fueron creadas por dos poderosos Valar: Manwë, Señor del Aire, y Yavanna, Reina de la Tierra. Las águilas se contaban entre las razas más antiguas y sabias. Son las mayores de todas las aves de espíritu indomable y nunca malignas.
En la Primera Edad del Sol, habitaba en Beleriand una poderosa rama de esta raza. Se las conocía como Águilas de las Montañas Circundantes y vivían en elevados nidos en los picos llamados Crissaegrim. Estas águilas alcanzaron gran fama por sus hazañas en la Guerra de las Joyas. Su jefe era Thorondor, la más grande y majestuosa de ellas. Thorondor tenía una envergadura de 54 metros, y su velocidad era mayor que la del viento más veloz. Thorondor y los suyos adquirieron la mayor gloria en la Guerra de la Ira. El «Quenta Silmarillion» cuenta que las águilas resultaron victoriosas combatiendo al más terrible de los males: los dragones de fuego alados.
En la Tercera Edad del Sol, Gwaihir, el Señor del Viento, gobernaba a las águilas de la Tierra Media. Aunque no alcanzaba las dimensiones de la más pequeña de las águilas de la Primera Edad, para la escala de la Tercera Edad era la más grande de su tiempo. El pueblo de Gwaihir, las águilas de las Montañas Nubladas, era fiero y muy temido por los Poderes de las Tinieblas. En la Guerra del Anillo, Gwaihir, con su hermano Landroval y con Meneldor el Veloz, se lanzó a menudo al combate al frente del ejército de águilas. Ayudaron a derrotar a los orcos en la Batalla de los Cinco Ejércitos. Rescataron al Mago Gandalf y a los hobbits Portadores del Anillo y lucharon en la última batalla de la Guerra del Anillo, ante la Puerta Negra de Mordor.
- ARAÑA:
Entre los seres más horribles que jamás habitaron Arda se encuentran las Grandes Arañas. Eran malvadas y llenas de envidia, codicia y el veneno de la malicia. El mayor de todos los entes que adoptaron la forma de araña fue Ungoliant, un espíritu poderoso y malvado que entró en el mundo antes de la creación de los Árboles de los Valar. En la región desolada de Avathar, entre las montañas Pelóri y el triste mar gélido del sur, Ungoliant vivió sola durante mucho tiempo. Era terrible y vil, y poseía una telaraña de oscuridad, llamada la No-Luz de Ungoliant, que ni siquiera los ojos de Manwë podían atravesar. La Gran Araña Ungoliant fue la más infame de las criaturas, puesto que llegó a Valinor con Melkor y destruyó los Árboles de los Valar. Y, al igual que devoró la Luz de los Árboles, Ungoliant intentó atrapar también a Melkor para devorarlo. De no haber sido por los demonios de fuego llamados balrogs, que acudieron y la azotaron con sus látigos de llamas, habría acabado devorando al mismísimo Señor de las Tinieblas. Pero los balrogs ahuyentaron a Ungoliant del norte. Y así, este corazón tenebroso llegó a Beleriand y entró en el lugar llamado Nan Dungortheb, el «valle de la muerte terrible», donde habitaban otros monstruos de su raza.
Pero entre esas pocas, una de sus hijas mayores, llamada Ella-Laraña, y algunas de las arañas menores, cruzaron las Montañas Azules y encontraron refugio en las Montañas de la Sombra que encerraban el reino de Mordor. En los desfiladeros de esta maligna región, las arañas volvieron a ser fuertes y en la Tercera Edad del Sol llegaron a Bosqueverde el Grande. Lo convirtieron en lugar maldito con sus emboscadas de telarañas y Bosqueverde se oscureció y fue llamado el Bosque Negro.
Aunque las arañas del Bosque Negro eran pequeñas si se las comparaba con sus antepasados, eran muy numerosas y sabias en el arte maligno de atrapar víctimas. Hablaban tanto la Lengua Negra como la lengua común de los hombres, pero a la manera de los orcos, con muchas palabras malignas y una rabia que deformaba la pronunciación. Después de la Primera Edad del Sol, tan sólo Ella-Laraña se acercó a la majestad de Ungoliant; moraba en un lugar llamado Cirith Ungol, el «desfiladero de la araña», en las Montañas de la Sombra. Vivió en aquel paso durante dos edades y, aunque fueron muchos los guerreros elfos y dúnedain que llegaron a sus dominios, ninguno pudo vencerla; los devoró a todos.
Aunque era grande y fuerte, la larga vida de Ella-Laraña terminó antes de que la Tercera Edad finalizara. Encontró la muerte de manera inesperada a manos del hobbit Samsagaz Gamyi, el menos importante de todos los que la desafiaron. Tras la herida mortal que recibió Ella-Laraña, Mordor y Dol Guldur fueron destruidos y las arañas de las Montañas de la Sombra y del Bosque Negro perecieron.
- BALROG:
Los espíritus Maiar más terribles de entre aquellos que se convirtieron en servidores de Melkor, el Enemigo Oscuro, fueron los que se transformaron en demonios. En el idioma de los Altos Elfos se los llamaba los valaraukar, pero en la Tierra Media los denominaban balrogs, los «demonios de poder». De todos los siervos de Melkor, ni siquiera los dragones eran tan poderosos. Enormes y pesados, los balrogs eran demonios de aspecto humanoide, con crines de fuego, astutos y muy inteligentes. Los pocos que vivieron para contar un encuentro con uno de estos seres los describen como un conjunto de llamas y sombras enormes y cambiantes, "sombras aladas", viscosos con miembros con el poder constrictor de la mayor de las serpientes. El arma principal del balrog era el látigo de fuego de múltiples colas y, aunque también llevaban la maza, el hacha y la espada flamígera, era el látigo lo que más temían sus enemigos.

Esta arma era tan terrible que el vasto mal de Ungoliant, la Gran Araña que ni siquiera los Valar pudieron destruir, fue expulsado del reino de Melkor por sus feroces latigazos. El más infame de la raza de los balrogs era Gothmog, Señor de los balrogs y Gran Capitán de Angband. En las Guerras de Beleriand fueron tres los grandes señores elfos que cayeron bajo su látigo y su negra hacha. En cada uno de los alzamientos de Melkor y en cada una de sus batallas, los balrogs se encontraban entre sus principales campeones, y así, cuando el holocausto de la Guerra de la Ira puso fin para siempre al reino de Melkor, también acabó casi por completo con los balrogs como raza. Se cuenta que algunos huyeron de aquella última batalla y se enterraron en lo más profundo de las montañas, pero transcurridos muchos miles de años nada más se supo de aquellos malvados seres y la mayor parte de la gente creyó que los demonios habían abandonado la Tierra para siempre.
Sin embargo, durante la Tercera Edad del Sol, los enanos que minaban en MoriasMoria cada vez a mayor profundidad, liberaron accidentalmente a un demonio sepultado. Una vez libre, el Balrog mató a dos reyes enanos y, reuniendo a orcos orcos y trolls para que lo ayudaran, expulsó a los enanos para siempre de Moria. Su dominio no se vio cuestionado durante diez siglos, hasta que fue arrojado desde lo alto del pico de Zirak-zigil por el Mago Gandalf, después de la Batalla en el Puente de Khazad-dûm.
- BESTIAS ALADAS:
Cruel burla de las águilas, las Bestias Aladas anidan en cavernas elevadas o en los recodos que quedan bajo los salientes de la roca en las laderas de las montañas. Estas criaturas crecen hasta alcanzar longitudes de 10 metros, con envergadura de 10 a 12 metros y están lejanamente relacionadas con los dragones del frío de los días antiguos. No pueden escupir fuego pero su armadura física es formidable. Sus grandes garras y poderosos colmillos hicieron que estas criaturas fuerna temidas por los habitantes de la Tierra Media.
Se cuenta que, en la época de la Guerra del Anillo, los espíritus no muertos llamados los Nazgûl eran transportados por Bestias Aladas. Estas criaturas eran más veloces que el viento, poseían pico y garras de ave, cuello de serpiente y alas de murciélago. Habían sido creadas por Melkor en las tinieblas indefinibles durante las Edades de las Lámparas, cuando la serpiente kraken salió de los Pozos de Utumno. Pero, a pesar de su antigüedad, y a pesar de ser fuertes y terribles en su servicio a Sauron en la Guerra del Anillo, su tiempo en la Tierra Media se terminó.
Una de las Bestias Aladas halló la muerte a manos del elfo Legolas, y otra a manos de la doncella guerrera Éowyn; las restantes fueron destruidas en el holocausto que consumió a Mordor en los últimos años de la Tercera Edad.
- DRAGONES: El «Quenta Silmarillion» narra cómo, en la Primera Edad del Sol, Morgoth, el Enemigo Oscuro, se escondió en los Pozos de Angband y creó sus obras maestras malignas a partir del fuego y la hechicería. Las tenebrosas joyas del genio de Morgoth fueron los grandes gusanos, llamados dragones. Los hizo de tres clases: grandes serpientes que reptaban, reptiles que andaban y los que volaban con alas como las de un murciélago. De cada clase existían a su vez dos tipos: los dragones del frío, que
luchaban con sus garras y colmillos, y los fantásticos urulóki o dragones de fuego, que destruían con su aliento ígneo. Todos eran la personificación de los principales males de los hombres, elfos y enanos, y también fue grande la destrucción que causaron en estas razas. Los reptiles estaban protegidos por escamas de hierro impenetrables. Sus colmillos y zarpas eran como estoques y jabalinas. Los dragones alados barrían la tierra con vientos huracanados, y los dragones de fuego lanzaban llamaradas escarlatas y verdes que lamían la tierra y destruían todo a su paso. Tenían la vista más aguda que la de un halcón y nada de lo que veían podía escapárseles. Poseían un oído capaz de captar el sonido de la más tenue respiración del enemigo más silencioso, y un olfato que les permitía identificar a cualquier criatura por el más mínimo olor de su cuerpo. Eran famosos por su inteligencia, pero tenían los defectos de la vanidad, la glotonería, la mentira y la ira. Al haber sido creados principalmente con los elementos de la hechicería y el fuego, los dragones evitaban el agua y la luz del día. La sangre de los dragones era negra, y un mortífero veneno, y los vapores de su peste de gusano hedían a azufre y cieno ardientes. El principal de los dragones de fuego, los urulóki, creados por Morgoth en Angband, era Glaurung, el Padre de los dragones. Aunque no pertenecía a la raza de los alados, Glaurung fue el principal terror de su época. Pero el mayor dragón que jamás vio el mundo fue el llamado Ancalagon el Negro. Ancalagon fue el primero de los dragones alados de fuego, y él y otros de su raza salieron de Angband como poderosas nubes de viento y fuego, cuando se realizó la última defensa del reino de Morgoth. Ancalagon fue derribado y otros dragones de fuego resultaron muertos o huyeron, y hasta la Tercera Edad del Sol las historias de la Tierra Media no vuelven a hablar de ellos. Entonces habitaban los desiertos más allá de las Montañas Grises en el norte.
En el siglo veintiocho de la Tercera Edad, el mayor dragón de la época atacó el reino de los enanos en Erebor, procedente del norte. Este dragón de fuego alado se llamaba Smaug el Dorado. Smaug arrasó el reino de los enanos y durante dos siglos gobernó Erebor sin que nadie lo desafiara. Pero, en el año 2941, un grupo de aventureros llegó a la montaña: doce enanos y el hobbit Bilbo Bolsón. Cuando Smaug se vio hostigado por ellos, asoló con su fuego la región, pero en Esgaroth, sobre el Lago Largo, resultó muerto por un Hombre del Norte, Bardo el Arquero. Se rumoreaba que los dragones siguieron viviendo durante muchos siglos en el desierto septentrional, más allá de las Montañas Grises, pero ninguna historia vuelve a referirse a estas malignas aunque magníficas criaturas.
- ENTS: Medio hombres, medio árboles, medían más de cuatro metros de altura, y el más viejo de ellos llevaba vividas en la Tierra Media nueve Edades de las Estrellas y del Sol. El Señor de los ents era Fangorn, a quien en la lengua común llamaban Bárbol. Era enorme y anciano, puesto que pertenecía a la raza más alta y más fuerte nacida en el mundo. El tronco de áspera corteza de Bárbol era como el de un roble o una haya, pero sus brazos como ramas eran suaves y lisos, y poseía unas nudosas manos de siete dedos. La extraña cabeza de Bárbol, casi sin cuello, era alta y tan gruesa como su tronco. Tenía ojos marrones, grandes y llenos de sabiduría, que parecían despedir un resplandor verde, y una enmarañada barba gris como un hato de ramitas y musgo. Estaba hecho de la fibra de los árboles, pero se movía velozmente con unas piernas que no se doblaban y unos pies como raíces vivas, balanceándose y estirándose como un ave zancuda.
Las historias de los elfos cuentan que, cuando Varda, la Reina de los Cielos, volvió a alumbrar las estrellas y con ello despertaron los elfos, también despertaron los ents en los grandes bosques de Arda. Procedían de los pensamientos de Yavanna, la Reina de la Tierra, y eran sus Pastores de Árboles. Demostraron ser pastores y guardianes porque, cuando se provocaba su ira, la furia de los ents era terrible y podían aplastar la piedra y el acero con sus manos desnudas. Se los temía con razón, pero también eran amables y sabios. Amaban a los árboles y a todas las olvar, y las protegían del mal. Les encantaba aprender muchos idiomas, incluso los breves y cortantes de los humanos. Pero preferían sobre todos el idioma que ellos mismos habían creado, y que sólo los ents podían dominar. En general eran una raza solitaria pues vivían separados los unos de los otros, en aisladas casas en los grandes bosques. En estos lugares comían, no alimentos sólidos, sino un líquido transparente llamado trago de ent que guardaban en grandes jarras de piedra.
En las Edades de las Estrellas, los ents eran varones y hembras, pero, en las Edades del Sol, las ents mujeres se enamoraron de las tierras abiertas donde podían cuidar de las olvar menores: los árboles frutales, los arbustos, las flores, las hierbas y granos; mientras que los ents varones amaban a los árboles del bosque. Los ents se convirtieron en una especie en decadencia en parte porque volvieron a su forma durmiente de árboles debido al cansancio, al olvido o la amargura. Otra causa clave fue la no existencia de nuevos ents niños tras la marcha de los ents mujeres. Después de la Guerra del Anillo, los ents volvieron a vivir pacíficamente en el Bosque de los Ents, pero siguieron menguando, y se cree que la Cuarta Edad fue la última que vieron.
- MEARA: Todos los caballos de Arda fueron creados a imagen de Nahar, el corcel blanco de Oromë, el Jinete de los Valar. Se creía que los verdaderos descendientes de Nahar eran los mearas, los «príncipes de los caballos» de Rohan, porque eran mágicos y maravillosos. Eran de color blanco o gris plateado, y veloces como el viento, de larga vida, incansables y llenos de sabiduría. Las leyendas de los rohirrim cuentan que los mearas se encontraron primero con los hombres de Rhovanion. En el siglo veintiséis de la Tercera Edad del Sol, el Señor de los éothéod, de nombre Léod, intentó domesticar el caballo más hermoso que su pueblo había visto nunca, pero el caballo era salvaje y orgulloso y derribó a Léod, que murió. Por eso el caballo recibió el nombre de Daño del Hombre. Pero cuando el hijo de Léod, Eorl, se acercó al caballo, éste se entregó al joven señor, como a modo de compensación. Eorl lo rebautizó como Felaróf, Padre de los Caballos, porque de él proceden los mearas, que sólo permitían que los reyes y príncipes del linaje de Eorl los montaran.
Aunque no podían hablar, entendían el idioma de los humanos, y no necesitaban ni silla ni bridas puesto que obedecían las órdenes que de palabra les daban sus amos, los rohirrim de la casa real. Los mearas eran amados y honrados por sus amos y el estandarte de los rohirrim siempre fue la silueta veloz y blanca de Felaróf galopando sobre un fondo verde. En la Guerra del Anillo, los mearas prestaron grandes servicios. Uno, llamado Crinblanca, llevó a Théoden, el rey de los rohirrim, a las batallas de Cuernavilla y de los Campos del Pelennor, donde ganaron mucha gloria para los rohirrim, aunque al final tanto el caballo como el jinete murieron a manos del rey brujo de Morgul. Hubo otro meara que todavía realizó mayores hazañas. Fue Sombragrís, que, rompiendo la ley que decía que sólo los reyes y príncipes podían montar a los mearas, llevó al Jinete Blanco, el Istari Mithrandir, también llamado Gandalf. Sombragrís tenía el corazón animoso y era fuerte, porque, junto al Jinete Blanco, plantó cara a los Nazgûl y corrió más que las horribles Bestias Aladas. Llevó a Gandalf a tierras de Gondor durante el asedio de la Torre Blanca. Tras la Batalla de los Campos del Pelennor, condujo al mago, junto al ejército de los Capitanes del Oeste, hasta la Puerta Negra de Mordor y participó en la confrontación final con los malignos ejércitos de Sauron.
- NAZGUL: Los más importnates servidores del Mal durante la Tercera Edad fueron sin duda los Nazgûl. Llamados también los Espectros del Anillo, o, simplemente, los Nueve, eran nueve grandes señores de los hombres que fueron esclavizados por Sauron en la Segunda Edad. Cada uno había ansiado tener gran poder y cada uno aceptó uno de los Nueve Anillos de los Hombres forjados por Sauron. Dado que esos anillos están dominados por el Anillo Único y controlados por el Señor Oscuro, los Nazgûl se convirtieron en sus esclavos. Al pasar el tiempo, se convirtieron e inmortales de espíritu, pero sus cuerpos se disolvieron paulatinamente en niebla. En esencia, se convirtieron en "sombras" de gran poder pasando a ser los lugartenientes de más confianza de Sauron.
El rey-brujo de Angmar, llamado también el Señor de Morgul, es su jefe. Él es quien tiene más poder de los Nueve. Los Nazgûl son prácticamente ciegos pero tienen un increible sentido del olfato y podían requerir la ayuda de otras criaturas (como las bestias aladas). Su poder disminuye durante el día teniendo un especial miedo a la luz, pero pueden dominar ese miedo. Las armas de los Nazgûl eran numerosas: llevaban espadas de acero y de fuego, negras mazas y dagas de hojas envenenadas mágicamente. Utilizaban sortilegios de llamada y sortilegios de fuego mágico explosivo, y la maldición de su Soplo Negro era como una plaga de desesperación y la maldición de su terror paralizaba los corazones de sus enemigos. Los hombres mortales no podían tocar a los Nazgûl, dado que las armas no les hacían daño, a menos que hubieran sido benditas con un sortilegio élfico, y cualquier hoja que los golpeaba se agostaba y destruía.
Así, durante mil años de la Segunda Edad del Sol, los Nazgûl, en nueve caballos negros, barrieron las regiones de la Tierra Media como una pesadilla de terror. No perecieron hasta que el reino de Sauron en Mordor cayó y concluyó el asedio de siete años a Barad-dûr, llevado a cabo por la Última Alianza de elfos y hombres a finales de aquella edad. Isildur, Señor dúnadan de Gondor, cortó el Anillo Único de la mano de Sauron, y los Nazgûl fueron arrojados a las sombras con el Señor de los Anillos.
En el año 3018 de la Tercera Edad comenzó la Guerra del Anillo. Porque ese año Sauron sospechó que el Anillo Único había sido descubierto y tal fue su deseo de poseerlo que envió a los nueve Nazgûl a recuperarlo. La búsqueda del Anillo Único llevó a los Nazgûl a La Comarca, donde sus sospechas cayeron sobre el hobbitFrodo Bolsón. Estaban en lo cierto al creer que Frodo era el Portador del Anillo y lo persiguieron encarnizadamente a él y a sus compañeros. En la Batalla de los Campos del Pelennor, el Señor de Morgul, que no podía morir a manos de un hombre, encontró su fin a manos de la doncella escudera Éowyn de Rohan y del guerrero hobbit Meriadoc Brandigamo. Aunque quedaban ocho Nazgûl, pronto fueron destruidos al arrojar el Anillo Único el hobbit Frodo Bolsón al fuego del Monte del Destino.
- OLIFANTES O MUMUKAIS:
En la Tercera Edad del Sol, en las regiones meridionales de Harad, habitaban animales de gran tamaño que se cree que fueron los antepasados de las criaturas que los hombres llaman ahora elefantes, aunque, al parecer, éstos son mucho más pequeños en tamaño y fuerza que sus antepasados.

En los años de la Guerra del Anillo, los feroces guerreros de Harad marcharon hacia el norte, a las tierras de Gondor, acudiendo a la llamada de Sauron, y con sus ejércitos llevaron a los grandes mûmakil, que eran usados como animales de guerra. Los mûmakil eran enjaezados con todo el aparato de la guerra: estandartes rojos, bandas y arneses de oro y bronce; sobre sus lomos llevaban grandes torres desde las que luchaban arqueros y lanceros. Poseían un deseo natural de lucha y eran muchos los enemigos que perecían aplastados bajo sus patas. Con sus trompas derribaban a los enemigos y, en el combate, sus colmillos se enrojecían con la sangre de los contrarios.
No podían ser combatidos por jinetes a caballo, porque los caballos no osaban acercarse a ellos; tampoco por la infantería, que podía ser atacada por flechas y lanzas desde los mûmakil o aplastada. En la guerra eran a menudo como torres que no pueden ser expugnadas; los muros de escudos se rompían ante ellos y los ejércitos se dispersaban. Sólo en un punto de su cuerpo, los ojos, podían ser dañados, cegados o incluso muertos, por saetas lanzadas con gran fuerza. Si perdían la visión, el dolor los hacía montar en cólera y destruían amos y enemigos por igual.
- ORCOS: Se dice que, en la Primera Edad de las Estrellas, Melkor cometió su mayor blasfemia en lo más profundo de los pozos de Utumno. Porque fue entonces cuando capturó a muchos miembros de la recién surgida raza de los elfos y los llevó a sus mazmorras, y con horribles actos de tortura concibió unas formas de vida terribles y horripilantes. De ellos crió una raza esclava de trasgos, que eran tan odiosos como hermosos eran los elfos.
Fueron los orcos, una muchedumbre creada con formas desfiguradas por el dolor y el odio. La única alegría de estas criaturas era el sufrimiento de los demás, porque la sangre que corría por los orcos era negra y fría. Su forma achaparrada era horrible: encorvados, con las piernas zambas y rechonchos. Tenían los brazos largos y fuertes, como los simios del sur, y una piel tan oscura como la madera que ha sido carbonizada por el fuego. Poseían una gran boca con colmillos irregulares de color amarillento, lengua roja y gruesa, nariz y rostro chatos y anchos. Los ojos eran rajas carmesíes, como estrechas troneras en parrillas de hierro negro, tras las que ardieran brasas encendidas. Estos orcos eran grandes guerreros, porque temían más a su Amo que a cualquier enemigo, y quizá la muerte fuera preferible al tormento de una vida de orco. Eran caníbales y a menudo sus garras afiladas y sus colmillos babeantes se veían manchados con la amarga carne y la impura sangre negra de los de su propia raza. Poseían ojos con visión nocturna y habitaban en pozos y túneles inmundos. Su progenie surgía con mayor rapidez que la de ninguna otra raza de los pozos de reproducción. Llevaban cimitarras, puñales envenenados, flechas y espadas de hoja ancha.
Sin embargo se decía que Sauron no estaba plenamente convencido con su ejército de orcos y deseaba reforzarlo. Si bien no hay constancia de ello se cree que Sauron, mediante terribles conjuros, creó una nueva raza de orcos mayores. En el año 2475, estas criaturas, los uruk-hai, salieron de Mordor y saquearon Osgiliath, la ciudad más grande de Gondor. Estos orcos tenían la estatura de un hombre, los miembros rectos y eran fuertes. Aunque seguían siendo verdaderos orcos -piel negra, sangre negra, ojos de lince, boca con colmillos y garras en las manos-, los uruk-hai no temían a la luz del sol.
En la Guerra del Anillo, el último gran conflicto de la Tercera Edad del Sol, las legiones orcas lucharon por doquier. Pero todo se iba a decidir en una última batalla ante la Puerta Negra. Todas las fuerzas de Mordor se reunieron allí, y a una orden de Sauron se lanzaron sobre el ejército de los Capitanes del Oeste. Sin embargo, en ese mismo instante, el Anillo Único de Poder, que mantenía dominado a todo el mundo tenebroso de Sauron, fue destruido. Los siervos más poderosos de Sauron fueron consumidos por el fuego, el Señor Oscuro se convirtió en un humo negro que un viento del oeste disipó, y los orcos perecieron como la paja ante el fuego. Aunque sobrevivieron algunos, nunca volvieron a alzarse en gran número, sino que fueron decayendo y pasaron a ser un pequeño pueblo de trasgos que no poseía más que un atisbo de su antiguo poder maligno.
- TROLLS: Se cree que durante la Primera Edad de las Estrellas, en los profundos pozos de Angband, Melkor el Enemigo crió una raza de caníbales gigantes que eran feroces y fuertes, pero sin inteligencia. Estos gigantes de negra sangre fueron llamados trolls, y durante cinco Edades de las Estrellas y cuatro Edades del Sol cometieron todos los actos malvados que su escasa inteligencia les permitió. Se dice que los trolls fueron criados por Melkor porque deseaba tener una raza tan poderosa como la de los gigantes ents, los Pastores de Árboles. Los trolls doblaban en estatura y corpulencia a los hombres más grandes y tenían una piel verde y escamosa que era como una armadura. Eran duros y resistentes como la roca, pero en la brujería que les dio origen hubo un fallo fatal: temían a la luz. El sortilegio de su creación se realizó en la oscuridad y, si la luz caía sobre ellos, era como si el sortilegio se rompiera y la coraza de su piel crecía hacia adentro. Sus entidades malignas y sin alma eran aplastadas y se convertían en piedra muerta.
La estupidez de los trolls era tan grande que muchos no podían ni siquiera aprender a hablar, mientras que otros tan sólo sabían los rudimentos de la Lengua Negra o el dialecto de los orcos. Aunque todo su poder a menudo no servía de nada absolutamente contra alguien listo e inteligente, los trolls eran temidos y con razón en las cavernas montañosas y en los bosques sombríos. Lo que más deseaban era una dieta de carne cruda. Mataban por placer, y sin razón aparente -a no ser una avaricia sin fines concretos- almacenaban tesoros que cogían a sus víctimas.
Pero se cuenta que Sauron no estaba satisfecho con la maldad de aquellos siervos y buscó un mejor uso para su gran fuerza. Fue así como Sauron crió trolls de gran astucia y agilidad, que podían resistir la luz del sol. A éstos los llamó olog-hai, y fueron grandes criaturas con la capacidad mental de un humano malvado. Armados con colmillos y garras, como los otros trolls, llevaban también escudos negros, enormes y redondos, y esgrimían poderosos martillos. Durante la Guerra del Anillo, en los Campos del Pelennor y ante la Puerta Negra de Mordor, el terror de estos seres salvajes causó una tremenda destrucción. Pero los abominables trolls estaban dominados por un poderoso sortilegio y, cuando el Anillo fue destruido y Sauron pasó a las sombras, el sortilegio se rompió. Los olog-hai comenzaron a vagar como si les hubieran arrebatado los sentidos; y, a pesar de toda su fuerza, fueron dispersados y aniquilados.
- TUMULARIO: Al oeste del río Brandivino se encontraban las Quebradas de los Túmulos, el terreno funerario más antiguo de los hombres en la Tierra Media. Las colinas con forma de cúpula estaban coronadas por monolitos y grandes anillos de piedras de color de hueso. Eran los túmulos funerarios construidos en la Primera Edad del Sol para los reyes de los hombres. Durante muchas edades, las Quebradas de los Túmulos fueron un lugar sagrado y reverenciado, hasta que desde el reino brujo de Angmar salieron huyendo muchos espíritus terribles y torturados, en desesperada busca de un lugar donde esconderse de la terrible luz del sol. Eran demonios cuyos cuerpos habían sido destruidos y que buscaban otros cuerpos en los que habitar. Y así fue que las Quebradas de los Túmulos se convirtieron en un lugar maldito y temido. Los demonios se convirtieron en los Tumularios, los muertos vivientes, que animaban los huesos y las armaduras enjoyadas de los antiguos reyes de los hombres que habitaron aquellas tierras durante la Primera Edad del Sol.
Los Tumularios estaban hechos de una sustancia de las tinieblas que aplastaba la voluntad. Podían cambiar de forma y podían animar a cualquier forma de vida. Lo más frecuente era que un Tumulario se presentara ante el desprevenido viajero con el aspecto de un oscuro fantasma, de ojos luminosos y fríos. Su voz era horrible, pero hipnótica; su esquelética mano tenía un tacto de hielo y podía atrapar a alguien como las fauces de hierro de un cepo. Una vez bajo el efecto del sortilegio de los muertos vivientes, la víctima no tenía voluntad propia y el Tumulario la llevaba a su tumba de tesoros en las Quebradas, en cuyo interior podía escucharse un coro desolador de almas torturadas. En la penumbra verdosa, el Tumulario depositaba a su víctima en un altar de piedra y la ataba con cadenas de oro. La envolvía en las raídas ropas y en las preciosas joyas de los muertos de antaño, y acababa con su vida utilizando una espada de sacrificios. Se ha de tener en cuenta que estos espíritus eran poderosos en la oscuridad: sólo podían ser destruidos cuando se los exponía a la luz, y ésta era lo que más temían. Cuando se abría una cámara de piedra, la luz se derramaba sobre los Tumularios y éstos se desvanecían como la niebla ante el sol y desaparecían para siempre.













